Bien sabe el lector, que desde estas páginas pocas veces abordamos temas de la actualidad nacional, pero la realidad que vivimos en estos días nos involucra plenamente, porque todos somos el campo.

Quienes hemos vivido algunos años, no podemos dejarnos llevar por los vientos de rencor, de intolerancia y autoritarismo, de quienes con una mano defienden la democracia y con la otra ejercen un accionar mafioso.
Si algo quedó en evidencia en estos días, en el marco del reclamo del Sector Agrario al Gobierno Nacional, es el método de este último.
Vivimos días de comedia, con bufones al tono del estilo, que con una voz favorecen el avance de la droga impulsando la despenalización y con otra voz amenazan con cárcel a quienes ejercen el derecho a ejercer reclamo.
Vemos cómo se agitan aires de represión contra ‘los piquetes de la abundancia’, mientras que no hay participación policial ante hechos de violencia que podemos ver en vivo y en directo.
Cortar las rutas resulta una artimaña santa y democrática si uno es adulador oficial, pero resulta satánica y golpista si disiente.
Un método que impone temor aún entre las propias filas oficiales, con funcionarios elegidos por el pueblo que se expresan tímidamente, no sea que se enojen...

Sobredosis de soberbia
Entre las muchas expresiones que llegaron a nuestra redacción en estos días, todas en repudio al mensaje presidencial, rescatamos pasajes del mensaje del senador nacional por la UCR, el pampeano Juan Carlos Marino (foto) en el recinto del Senado, quien solicitó la interpelación del ministro Lousteau, diciendo que «estas medidas parecen más una maniobra improvisada y con afán recaudatorio que una solución a la situación actual del campo...
Ya no sólo se quedan con los huevos, están matando la gallina que sostiene la economía del país. Es fácil quitarle a los productores. ¿Por qué no piensan en la posibilidad de que tributen los capitales de especulación financiera?...»
El legislador pampeano dijo en su alocución que la presidenta tiene una gran «sobredosis de soberbia y esta mal informada y asesorada cuando dice que el campo es el principal empleador en negro. Es el Estado el mayor empleador en negro. Según datos del propio Gobierno de la Nación hay 720.714 beneficiarios de planes sociales con contraprestaciones, sin ningún tipo de aporte. Esto es trabajo en negro».
Agregó que con lo que «el Gobierno recauda anualmente por la retenciones al campo, se le podría dar en forma gratuita la carne, el pan y la leche a cada uno de los habitantes de la Argentina y se podrían comprar 300 mil patrulleros para reforzar la seguridad de nuestro País». Marino dijo que « la provincia de La Pampa le envía anualmente a la Presidenta Cristina de Kirchner, 300 millones de dólares lo que representa el 51 % del presupuesto provincial. Con este dinero se podrían construir 54 hospitales, 83 escuelas y mas de 5.000 viviendas» al tiempo que invitó a abrir «un canal de diálogo, que no significa recular o ceder terreno, significa una señal de humildad y de grandeza».

Al momento que este ejemplar esté en circulación y debido a nuestra periodicidad, no sabemos si el conflicto podrá haberse superado o agravado, pero seguramente, no podrá ser olvidado.